JÁNOVAS era uno de los pueblos más prósperos de la comarca y capital de toda la ribera del Ara hasta que el mastodóntico proyecto de un embalse elaborado en los años 50, acabó por completo y de forma traumática con toda expectativa de vida.
Supuso la expropiación y expulsión forzosa de más de 150 familias de los pueblos de Jánovas, Lavelilla y Lacort, a orillas del río Ara, aunque también se vieron afectados Albella, Ligüerre de Ara, Javierre de Ara, Santa Olaria, Burgasé y todos los pueblos del valle de La Solana.

A pesar de la prohibición de la inspección provincial de Huesca de clausurar la escuela de Jánovas mientras hubiera niños, Iberduero decidió cerrarla por su cuenta y el 4 de febrero de 1966 un operario de dicha compañía derribó la puerta, sacó a la maestra de los pelos y a patadas a los niños.

La voladura de las viviendas y el cierre de la escuela hicieron imposible seguir viviendo en Jánovas y en los pueblos circundantes, pero aún así, para acabar con cualquier intento de vuelta, Iberduero destrozó los campos, taló los frutales y olivos, destruyó las acequias y finalmente cortó el agua y la luz.
Todo esto sin ni siquiera haber comenzado las obras de construcción del embalse, y sin tener claro tanto la empresa concesionaria como el Estado la rentabilidad de dicha obra! Acoso puro y duro.



Grabaciones realizadas en la Sanmigalada de 2018 en Jánovas (Sobrarbe)